martes, 28 de agosto de 2018

El estrés es el enemigo que puede detonar en padecimientos de la vesícula

NAUCALPAN, Méx.- Sudoración, un dolor opresivo en el estómago y la incapacidad de poder trabajar, fue lo que manifestó Santiago, quien cumplía una indicación “urgente” en su trabajo; el estrés que registró, sumado a una dieta poco saludable, encontró el punto débil del cuerpo y le fueron detectadas piedras biliares.
Casos como el de Santiago parecieran no muy recurrentes, aunque durante el primer semestre de 2018 se registró un aumento de 11.72 por ciento de casos diagnosticados por colecistitis aguda y crónica de primera vez y que fueron atendidos por médicos adscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Oriente.
Jerónimo García Pineda, coordinador auxiliar de Información y Análisis Estratégico de esta Delegación refirió “durante el periodo de enero a junio de 2017, hubo atención de mil 288 casos de primera vez, en tanto que para este año llevamos contabilizados mil 438 atenciones reportadas por nuestros médicos, lo que representa un incremento del 11.72 por ciento”, detalló el especialista.
Explicó que la colecistitis es una inflamación de la vesícula, ubicada en la zona derecha del abdomen, debajo del hígado; es producido por un cálculo biliar que llega a bloquear el conducto cístico, el conducto por el que la bilis viaja dentro y fuera de la vesícula biliar, al no poder circular, la bilis se acumula y provoca irritación y presión, lo que conduce a inflamación e infección.
En este mismo tema, gracias al servicio que brindan los médicos familiares en las Unidades Médicas del IMSS Delegación México Oriente, durante el mismo periodo enero-junio 2017/2018, las cirugías por este padecimiento redujeron de 590 a 334, es decir un 56.6 por ciento.
A su vez, Mónica González Estrada, jefe delegacional del Departamento de Medicina Familiar, indicó qué sin ser una causa generadora, sí puede activar un sentimiento de estrés un problema de vesícula.
“Muchas veces desahogamos la presión que sentimos comiendo de más, lo malo no es el alimento, lo malo es la calidad de él. Se cae en el abuso de frituras, dulces, el alimento de calle que se fríe en el mismo aceite que ya se ha utilizado durante todo el día y desde su primer uso ya no es de buena calidad”, dijo.
Fue clara en mencionar que regularmente los negocios de calle no utilizan grasas no saturadas “sino que usan lo que podríamos llamar sintéticas y que son utilizadas por economía y mayor ganancia, a lo que se debe sumar que entre mayor número de veces sea usado, pierde más su calidad y afecta el organismo del consumidor”.
Agregó que una ayuda al cuerpo sería realizar alguna actividad física y haya una mayor posibilidad de metabolizar de manera correcta los que consumimos, “la piedra angular en cualquier padecimiento es la prevención, antes de que el daño suceda y poner atención en el cuidado de la salud desde la alimentación y actividad física”.



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