En el marco de
la celebración de la gesta heroica, el Preside
Municipal, Víctor Estrada afirma que ninguna
diferencia puede estar por encima del amor a México.
CUAUTITLAN IZCALLI,
Méx.- Por primera vez en la historia de este municipio, se efectuó la
representación de la Gesta Heroica de los Niños Héroes en el Castillo de
Chapultepec, donde fueron resaltados los valores de nuestra nación, y ejemplificada la fortaleza
individual y colectiva, así como el sacrificio que los cadetes hicieron al
defender a la Patria con su vida.
La escenificación de
la batalla del 13 de Septiembre de 1847 en Chapultepec, se dsarrollío en la
explanada del Palacio Municipal y estuvo
a cargo de alumnos del Centro Universitario México, tendiendo como espectadores
más de mil 800 estudiantes de 17 escuelas de la demarcación.
“Sin duda esta
representación es un doloroso capítulo de la historia que nos debe recordar que
ninguna diferencia entre nosotros puede estar por encima del amor a nuestro
país y que nada justifica dejar de luchar por fuerte que sea el
adversario; es el valor el que tenemos
que mantener vivo en nuestra actuales generaciones, porque en la vida son
nuestros actos los que dan valor a la historia”, señaló el Presidente
Municipal, Víctor Estrada Garibay.
“Se necesitan Niños
Héroes en todas partes, que con toda convicción defiendan a su país. Porque los
héroes no son personas extraordinarias, sino gente común que hace cosas
extraordinarias, ante las peores circunstancias”, puntualizó el Ejecutivo
local.
Por su parte el
Comisario de Seguridad Pública, Loth Centeno Lara, mencionó que se siente
orgulloso de la historia de México, pues es la piedra angular de identidad
nacional, del vínculo con el pasado y una guía para transformar el futuro.
“Nuestro niños y
jóvenes están obligados a tener conciencia sobre las luchas y grandes
sacrificios que nuestros antepasados llevaron a cabo para darnos un país libre,
soberano y democrático”, dijo.
En Cuautitlán
Izcalli es de suma importancia que las y los jóvenes mantengan ese espíritu de
valor y fortaleza en sus escuelas, en sus hogares, en todas las actividades
cotidianas que realicen, que jamás dejen de tener ideales y que luchen con una
enorme convicción por lograrlos.
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